Abril 17
Pluma: Sí.
Yo: Chale. ¿Por qué te pintaste de rosa?
Pluma: Ahora soy feminista.
Yo: El encierro te está haciendo daño.
Pluma: De hecho quería hablarte de eso. Después de mucho navegar en internet y de ver cómo tratan a mis hermanas en Afganistán me di cuenta que no me dejas salir para que otros hombres no me vean.
Yo: No te saco porque estás re-pendeja y te pierdes.
Pluma: No me digas pendeja. Cuando me dices pendeja le dices pendeja a tu hermana, a tu novia, a tu mamá, a tu abuela y a la de los tamales. El que insulta a una nos insulta a todas.
Yo: ¿Eres neta?
Pluma: Si no te gusta qué pena. Pero debes abrir tus horizontes de neanderthal machista y aceptar que esto ya es el siglo veintiuno. ¿Qué no has leído? Ahí te encargo.
Yo: ¿No he leído qué?
Pluma: Pues lo que tienes que leer.
Yo: ¿Para qué?
Pluma: Para entender.
Yo: ¿Entender qué?
Pluma: El feminismo.
Yo: ¿Hay un manifiesto o algo?
Pluma: Búrlate... búrlate, cabrón. No ves que tu ignorancia sólo nos da fuerza. ¡Aguante, compañeras!
Yo: Ta' bien, pues. Está chido. Puedes ser feminista.
Pluma: Gracias.
Yo: Es tu pedo.
Pluma: Es mi vida, respétala. El respeto es la clave de la civilización.
Yo: Sólo que no estoy de acuerdo.
Pluma: ¡Eres un cerdo ignorante por no estar de acuerdo conmigo!
fin
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